Conforme avanzaban y avanzaban los días, las portadas de los diarios seguían y seguían festejando el regreso de Perú a un mundial de fútbol. Lo interesante de este hecho, más allá del juego en sí mismo, es que nos ha permitido reencontrarnos a nosotros mismos como país y a festejar, además, de todo lo bueno que tenemos: En Gastronomía, por ejemplo.
Nuestro país que cuenta con una envidiable riqueza marina que sumado al entusiasmo generado por el fútbol a meritan motivos para juntarnos con la familia y amigos. En esta oportunidad los pescados y mariscos serían los protagonistas y Yo, una vez más, el anfitrión & cheff elegido.
Hay muchos platos y recetas que se sugieren en estos acontecimientos pero hay una ley que es inquebrantable: El pescado debe estar fresco y el sushi, los bocaditos marinos y ensaladas a la orden.
Para esta ocasión estuvimos de acuerdo que la mejor opción para acompañar este almuerzo full «Arriba Perú» era un buen Vino Blanco. Y lo más rico aún fue la conversa que se extendió ya pasada la cena. Resultado: Hablamos de Arte, política y gastronomía… y de la próxima reunión que de todas maneras deberíamos tener.